viernes, 19 de junio de 2015

La calidad en la educación a distancia: un debate recurrente pero aún sin consensos

La educación a distancia ante un crecimiento acelerado a partir de la primera década de este siglo y debido al contexto político evaluador y al principio de “rendición de cuentas”, no podía sustraerse a esta tendencia pro calidad, suscitando debates sobre los criterios e indicadores de calidad aplicables a la nueva modalidad.
La aplicación del concepto de calidad  total al campo educativo se realizó desde los 90 por diversos autores, entre los que destacan Francisco López Rupérez (1994), Samuel Gento Palacios (1996) y para el caso mexicano Sylvia Shmelkes (1994). Gento Palacios presenta una propuesta en 1998 para la educación a distancia.
En general la corriente de la calidad total considera que los factores de calidad en las escuelas son:
El producto educativo o dominio conceptual. actitudinal y procedimental de ámbitos formativos precisos; 
La satisfacción de los alumnos o clientes externos (mediante la atención a sus necesidades y expectativas); 
La satisfacción del personal del centro o clientes internos (padres, profesores, administración, etc.); así como, 
El impacto de la educación considerado como la “repercusión “en los contextos en los que tales sujetos educados desarrollan su vida en sus diversas manifestaciones (académica, familiar, laboral y social).
Refiriéndose a la educación a distancia considera Gento Palacios que:
“Si estimar la calidad de la educación no es una tarea fácil, ello puede resultar incluso más difícil en nuestro ámbito concreto de la educación universitaria a distancia. Las peculiaridades de la educación a distancia, y las de esta misma modalidad cuando nos referimos al ámbito universitario, implican la necesidad de adaptar un posible modelo de calidad a esta particularísima situación” (Gento Palacios, 1998).
Para ello propone que la evaluación de la calidad en ellas se base, ajustándolo previamente, en el Modelo Institucional de la Fundación Europea de Gestión de la Calidad que destaca los siguientes grandes criterios:
a. Liderazgo
b. Política y estrategia
c. Gestión de personal
d. Recursos
e. Procesos
f. Satisfacción del cliente y del personal
g. Impacto en la sociedad
h. Resultados
Estos planteamientos tuvieron impacto en la región latinoamericana para evaluar y acreditar la educación a distancia. Desde 2005 y con la participación y financiamiento de diversas agencias y organismos internacionales  surgió el proyecto centro virtual para el desarrollo de estándares de calidad (CALED) que se albergó en el Instituto Latinoamericano y del Caribe de Calidad en Educación Superior a Distancia  ubicado en la Universidad Técnica Particular de Loja, Ecuador. En el seno de este proyecto se analizaron varios modelos de evaluación  vigentes a nivel mundial sobre todo en Estados Unidos y en Europa y se concretizó en el denominado modelo CALED para aplicarse a la evaluación de la calidad de los programas educativos a distancia en el ámbito latinoamericano y del Caribe.

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